LANDRU ... THE GENTLEMAN (Historia XXXI)
De tantos colegas historietistas y humoristas que he conocido, no solamente de nuestro país sino de muchos otros, hubo un individuo que sobresalió por su prestancia, fino humor y por ser, en mi forma de entender, un agradable conversacionalista, quien hacía obviar su presencia. Siempre tenía un tema que comentar salpicado con un toque de humor. Era sencillo y natural, era ... Juan Carlos Colombres ... LANDRU, con acento en la “u”.
Le conocí más íntimamente cuando formaba parte del staff de la revista AVIVATO que dirigían Luís Alberto Reilly, (más conocido como “Billy Kerosene”, creador del personaje Petiso Badaraco) y Jorge “Faruk” Palacio. Fue precisamente su amigo Faruk, quien le recomendó el seudónimo como se le conoce actualmente al humorista.
Por el año 1945 Colombres colaboraba en la revista “Cascabel” de facción antiperonista y alternaba esa labor con un trabajo como empleado público; por lo tanto, no podía usar su verdadero apellido porque lo hubiesen echado. Como entonces Colombres usaba barba, Jorge le dijo que se parecía mucho al notorio asesino de mujeres en serie: Henry Desire Landru.
Muerto el rey ...viva el rey! Landru el asesino fue a la guillotina el 25 de febrero de 1922, y un año más tarde, el 19 de enero de 1923 nacía el otro “asesino”, el que te mata de risa. Con el seudónimo y su talento, se consolidó no solamente el nombre, también una institución dedicada a alegrar el espíritu de los argentinos. El prolífico humor de Landrú se desparramó inmediatamente por los cuatro costados del país y prontamente cruzó las fronteras.
Su labor como humorista es vasta, publicó sus chistes en “Aqui Está”, “Leoplan”, “El Hogar”, “El Gráfico”, “Mundo Argentino”, “Vea y Lea”, “Patoruzú”, ” Rico Tipo”, los diarios “El Mundo” y “Clarín”, la revista “Gente”. Su primer dibujo lo publicó en la revista DON FULGENCIO del otrora pionero del humor, Lino Palacio en el año 1945. Desde entonces, su producción de humor escrito y dibujado no descansó. Los personajes de Landrú son muchos y muy reconocidos, tales como “Tía Vicenta”, “Tía Cora”, “El Señor Porcel”, “El Señor Cateura”, “Diógenes, El Curandero”, “Rogelio El Hombre Que Razona Demasiado”, “El Detective Cuculiu”, “Rudy, El Playboy” y “Fofoli, Un Niño Abominable”.
En 1957 fundó la revista semanal “Tia Vicenta” que llegó a vender casi medio mi-llón de ejemplares, pero fue clausurada 9 años más tarde, en 1966, por razones políticas durante la presidencia de Juan Carlos Onganía. Con resultados adversos, a éste lo caricaturizaba como una morsa por su poblado bigote, agrandando así el disgusto contra el dibujante. Cuando la cerraron, Landrú comenta que le hicieron un favor dado que este acontecimiento le proporcionó muchos comentarios que al final le favorecieron.
Dos años más tarde fue reconocido en los Estados Unidos con el premio Moors-Cabot de la Universidad de Columbia en New York y en varias oportunidades fue distinguido por la Asociación de Dibujantes Argentinos. En las épocas de los militares hubo censura, pero Landrú no se callaba y en 1967 apareció una segunda versión de “Tía Vicenta” con Tío Landrú, muy similar a la anterior pero de tamaño más chico.
Las agencias de publicidad tampoco ignoraron el potencial mercadotécnico de sus personajes y por ende de allí surgieron exitosas campañas para el mercado consumidor. Landrú poseía la varita mágica del éxito. Landrú es polifacético, amante de la música popular: tango, milonga, música tropical, guaracha, salsa, pachanga, merengue.
Fue compositor y hasta tuvo una orquesta para su programa de televisión, inspirándose en personajes que aparecían en su revista “Tia Vicenta”. En 1958 organizó el grupo humorístico-musical “Jacinto W. y sus Tururú Serenaders”. Grabaron un LP con “Japonesita”, “Trácate”, “Tururú, Tururú” y “ Sultana” y un simple con “Alegría” y “Castañas de Cajú”. Sus integrantes eran excelentes músicos: Santos Lipesker, en el saxo y bandoneón, fue el compositor de los temas junto con Landrú; Juan Caldarella (autor de “ Canaro en París”) interpretaba el serrucho y otros instrumentos no convencionales, además de silbar; Hernán Oliva en el violín; Héctor Somani en la batería, y Héctor Juncal era el cantante. El propio Landrú participó en la grabación de “Trácate” ... la orquesta tocaba, se detenía y aparecía su voz repitiendo la palabra que dá título al tema.
Pero eso no es todo, porque Landrú nunca ha dejado de tener tiempo para la diversión y los viajes. Aventurero natural, tiene infinidad de anécdotas sobre su recorrido por el mundo, en especial el africano. Pienso que agregando un libro más de su autoría haría renacer las risas con sus experiencias porque sólo él podría describir, con ese humor personal, las cosas que ha experimentado, máxime si lo ilustra con ese estilo tan Landrú.
Como es natural, sigo en contacto con muchos de mis colegas, aunque la ma-yoría están radicados en Buenos Aires. Cada vez que tengo la oportunidad de viajar a la capital me reúno con algunos de ellos. Sin embargo, con Landrú no tuvimos un encuentro personal. Solamente lo hacemos por teléfono, y como ya tenía planeada esta historia, recurrí al siempre dispuesto amigo Marcelo Niño para que me diera una manito. Fue él, quien a pedido mío, concretó las visitas para que Landrú me enviara las fotos y dibujos que necesitaba para esta nota.
Así haciamos con “DIBUJANTES”. Contaba con los colaboradores siempre que preparábamos los artículos que aparecían en la revista. Me contactaba con el invitado proyectado y hacía los arreglos pertinentes. La nota adjunta sobre Landrú donde aparece en la portada de “DIBUJANTE”, la preparé antes de alejarme, la cual apareció una vez que yo había dejado el país.
La personalidad de Landrú era como un imán ... enseguida te atraía, era amigo y colaborador siempre que se le necesitaba. Recuerdo el tiempo cuando preparaba los programas de “Dibujemos con...” para la televisión, me informaron que estaba de visita un dibujante uruguayo; y como Jorge Palacio tenía conexiones con los colegas de la otra orilla, le comenté que me gustaría invitarlo, quien ni lento ni perezoso, me ayudó. El personaje en cuestión era, o es, el conocido periodista/caricaturista del diario Clarín, Hermenegildo Sabat. Y para redondear el programa, no podía faltar la presencia de Landrú. Un personaje brillante, ingenioso. Me llama la atención que hoy en día no encuentro siquiera unas líneas o escucho un comentario en los medios sobre su persona. Nadie pregunta dónde está Landru? Mi respuesta es que Landrú sigue pensando, escribiendo y dibujando. Talentos como él no se desvanecen, y su obra será imperecedera ... ése es el Landrú que conocí en las oficinas de la revista Avivato ... ese es el Landrú que no ha cambiado.
Los saluda Laino como siempre desde Funes, a 14 Km del Monumento a la Bandera.
Por el año 1945 Colombres colaboraba en la revista “Cascabel” de facción antiperonista y alternaba esa labor con un trabajo como empleado público; por lo tanto, no podía usar su verdadero apellido porque lo hubiesen echado. Como entonces Colombres usaba barba, Jorge le dijo que se parecía mucho al notorio asesino de mujeres en serie: Henry Desire Landru.
Muerto el rey ...viva el rey! Landru el asesino fue a la guillotina el 25 de febrero de 1922, y un año más tarde, el 19 de enero de 1923 nacía el otro “asesino”, el que te mata de risa. Con el seudónimo y su talento, se consolidó no solamente el nombre, también una institución dedicada a alegrar el espíritu de los argentinos. El prolífico humor de Landrú se desparramó inmediatamente por los cuatro costados del país y prontamente cruzó las fronteras.
Su labor como humorista es vasta, publicó sus chistes en “Aqui Está”, “Leoplan”, “El Hogar”, “El Gráfico”, “Mundo Argentino”, “Vea y Lea”, “Patoruzú”, ” Rico Tipo”, los diarios “El Mundo” y “Clarín”, la revista “Gente”. Su primer dibujo lo publicó en la revista DON FULGENCIO del otrora pionero del humor, Lino Palacio en el año 1945. Desde entonces, su producción de humor escrito y dibujado no descansó. Los personajes de Landrú son muchos y muy reconocidos, tales como “Tía Vicenta”, “Tía Cora”, “El Señor Porcel”, “El Señor Cateura”, “Diógenes, El Curandero”, “Rogelio El Hombre Que Razona Demasiado”, “El Detective Cuculiu”, “Rudy, El Playboy” y “Fofoli, Un Niño Abominable”.
En 1957 fundó la revista semanal “Tia Vicenta” que llegó a vender casi medio mi-llón de ejemplares, pero fue clausurada 9 años más tarde, en 1966, por razones políticas durante la presidencia de Juan Carlos Onganía. Con resultados adversos, a éste lo caricaturizaba como una morsa por su poblado bigote, agrandando así el disgusto contra el dibujante. Cuando la cerraron, Landrú comenta que le hicieron un favor dado que este acontecimiento le proporcionó muchos comentarios que al final le favorecieron.
Dos años más tarde fue reconocido en los Estados Unidos con el premio Moors-Cabot de la Universidad de Columbia en New York y en varias oportunidades fue distinguido por la Asociación de Dibujantes Argentinos. En las épocas de los militares hubo censura, pero Landrú no se callaba y en 1967 apareció una segunda versión de “Tía Vicenta” con Tío Landrú, muy similar a la anterior pero de tamaño más chico.
Las agencias de publicidad tampoco ignoraron el potencial mercadotécnico de sus personajes y por ende de allí surgieron exitosas campañas para el mercado consumidor. Landrú poseía la varita mágica del éxito. Landrú es polifacético, amante de la música popular: tango, milonga, música tropical, guaracha, salsa, pachanga, merengue.
Fue compositor y hasta tuvo una orquesta para su programa de televisión, inspirándose en personajes que aparecían en su revista “Tia Vicenta”. En 1958 organizó el grupo humorístico-musical “Jacinto W. y sus Tururú Serenaders”. Grabaron un LP con “Japonesita”, “Trácate”, “Tururú, Tururú” y “ Sultana” y un simple con “Alegría” y “Castañas de Cajú”. Sus integrantes eran excelentes músicos: Santos Lipesker, en el saxo y bandoneón, fue el compositor de los temas junto con Landrú; Juan Caldarella (autor de “ Canaro en París”) interpretaba el serrucho y otros instrumentos no convencionales, además de silbar; Hernán Oliva en el violín; Héctor Somani en la batería, y Héctor Juncal era el cantante. El propio Landrú participó en la grabación de “Trácate” ... la orquesta tocaba, se detenía y aparecía su voz repitiendo la palabra que dá título al tema.
Pero eso no es todo, porque Landrú nunca ha dejado de tener tiempo para la diversión y los viajes. Aventurero natural, tiene infinidad de anécdotas sobre su recorrido por el mundo, en especial el africano. Pienso que agregando un libro más de su autoría haría renacer las risas con sus experiencias porque sólo él podría describir, con ese humor personal, las cosas que ha experimentado, máxime si lo ilustra con ese estilo tan Landrú.
Como es natural, sigo en contacto con muchos de mis colegas, aunque la ma-yoría están radicados en Buenos Aires. Cada vez que tengo la oportunidad de viajar a la capital me reúno con algunos de ellos. Sin embargo, con Landrú no tuvimos un encuentro personal. Solamente lo hacemos por teléfono, y como ya tenía planeada esta historia, recurrí al siempre dispuesto amigo Marcelo Niño para que me diera una manito. Fue él, quien a pedido mío, concretó las visitas para que Landrú me enviara las fotos y dibujos que necesitaba para esta nota.
Así haciamos con “DIBUJANTES”. Contaba con los colaboradores siempre que preparábamos los artículos que aparecían en la revista. Me contactaba con el invitado proyectado y hacía los arreglos pertinentes. La nota adjunta sobre Landrú donde aparece en la portada de “DIBUJANTE”, la preparé antes de alejarme, la cual apareció una vez que yo había dejado el país.
La personalidad de Landrú era como un imán ... enseguida te atraía, era amigo y colaborador siempre que se le necesitaba. Recuerdo el tiempo cuando preparaba los programas de “Dibujemos con...” para la televisión, me informaron que estaba de visita un dibujante uruguayo; y como Jorge Palacio tenía conexiones con los colegas de la otra orilla, le comenté que me gustaría invitarlo, quien ni lento ni perezoso, me ayudó. El personaje en cuestión era, o es, el conocido periodista/caricaturista del diario Clarín, Hermenegildo Sabat. Y para redondear el programa, no podía faltar la presencia de Landrú. Un personaje brillante, ingenioso. Me llama la atención que hoy en día no encuentro siquiera unas líneas o escucho un comentario en los medios sobre su persona. Nadie pregunta dónde está Landru? Mi respuesta es que Landrú sigue pensando, escribiendo y dibujando. Talentos como él no se desvanecen, y su obra será imperecedera ... ése es el Landrú que conocí en las oficinas de la revista Avivato ... ese es el Landrú que no ha cambiado.
Los saluda Laino como siempre desde Funes, a 14 Km del Monumento a la Bandera.
Landru preparando el material para esta nota desde su estudio.
Landru junto a Marcelo Niño quien aporto su colaboracion en laselección de las fotos y dibujos.
Landru en la portada de Dibujantes de Mayo- Junio del año 1956.
Landrugrafia de Landru!...es el titulo del articulo del centerfoldde Dibujantes.
Landrugrafia de Landru!...es el titulo del articulo del centerfoldde Dibujantes.
Los chistes de Landru.
" Como pueden apreciar, LANDRU es poliglota también, habla castellano, porteño, lunfardo e Inglés...por estos chistes se ganó el premio en Estados Unidos."
ALMANAQUE, realizado para UNICEF en el año 2000.
Landru cocinando....perdon.....dibujando en los '50, antes de crearsu revista Tia Vicenta. Sus personajes pululaban a su alrededor.
" Como pueden apreciar, LANDRU es poliglota también, habla castellano, porteño, lunfardo e Inglés...por estos chistes se ganó el premio en Estados Unidos."
ALMANAQUE, realizado para UNICEF en el año 2000.
Landru cocinando....perdon.....dibujando en los '50, antes de crearsu revista Tia Vicenta. Sus personajes pululaban a su alrededor.
Su encuentro con la TV. Durante la visita de Hermenegildo Sabat aBuenos Aires, en mi programa ..." Dibujemos con...." acompaño tambienJorge FARUK Palacio.
1 Comments:
Q bueno Landrú!. me llevó mucho tiempo entenderlo realmente, lo mismo me paso con Chespirito o Fola. exelente Post.
Publicar un comentario
<< Home